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El brainstorming o la lluvia de ideas es un método tradicional que sirve para generar ideas nuevas. Sin embargo, hay otras vías para desarrollar planteamientos innovadores y poder así lidiar con los problemas de la empresa de forma efectiva tanto en grupo como de manera individual. En cualquier caso, si deseas obtener más información sobre el brainstorming, puedes ampliarla aquí.
Técnicas más eficaces que la lluvia de ideas
Guion gráfico
Los guiones gráficos ayudan a ver de qué forma tu comprensión colectiva de un problema entra en conflicto con una solución propuesta o la avala, así como también en qué puntos debes investigar más profundamente. De este modo, si desarrollas un relato visual para indagar en el problema en cuestión, tu equipo verá cómo interactúan e interconectan las ideas en la historia para dar con la solución. En este caso, las notas autoadhesivas serán tus aliadas, por lo que debes pedir a cada miembro del equipo que escriba su idea en una nota. Una vez cuentes con el grupo de notas adhesivas para trabajar, organizalas en la pizarra progresivamente con el fin de ver conexiones nuevas y eliminar material inútil.
Conexiones forzadas
Este método se basa en conectar ideas con intereses distintos para formar un nuevo concepto. Para ponerlo en práctica, puedes dibujar dos listas de elementos no relacionados entre sí o llevar un bolso con diferentes artículos a la reunión y, a partir de aquí, pedir a los miembros del equipo que elijan algunos de los elementos para explorar distintas formas de conectarlos. Si bien pueden salir ideas disparatadas, también se reactiva la creatividad de tus empleados.
Brainwriting
En la lluvia de ideas por escrito, los participantes escriben sus ideas para solucionar el problema en un papel. A continuación, cada uno de ellos le pasa el papel a otro compañero para que este lo lea en silencio y añada más ideas en el mismo. De esta manera, el proceso se tiene que repetir hasta que todos hayan agregado alguna idea en todos los trozos de papel. Después recopilas las notas y abres el debate con todas las ideas de todos los miembros del equipo, un método que evita que las personas más extrovertidas dominen las sesiones de manera involuntaria.
Primer borrador
Esta técnica consiste en escribir libremente sobre un tema lo cual, estableciendo los conocimientos que se tienen y plasmando las ideas sobre un papel, ayuda a focalizar las primeras etapas del nuevo proyecto. De este modo, puedes dejar escritas todas las ideas en relación al tema que abordas sin tener que preocuparte de la inconexión o el desorden, pues el objetivo es conseguir superar el bloqueo inicial que suele darse en las primeras fases del proyecto. Así pues, puedes escribir todo lo que sepas sobre el tema, lo que no sabes pero quieres saber del tema, por qué motivo es importante dicho tema y qué te llama la atención de él.
SCAMPER
Es un proceso que ayuda a mejorar y expandir las ideas mediante el cuestionamiento o la experimentación desde diferentes ángulos. Cada una de las letras de esta regla mnemotécnica conlleva una pregunta sobre tu problema o nuevo proyecto: Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Pensar en otros usos, Eliminar y Revertir. De tal manera que este método conduce a pensar en enfoques insospechados e impulsa a investigar la pregunta más profundamente considerando nuevas posibilidades.
Cuestionamiento de suposiciones
Como todos hacemos suposiciones, este ejercicio tiene como objetivo desafiarlas y poner todas las cartas sobre la mesa. Consiste en diseñar una lista de todas las suposiciones que se te vayan ocurriendo sobre el proyecto, aunque no sean ciertas, y analizarlas en grupo cuestionando cada una de ellas. Si llevas a cabo esta técnica en las diferentes etapas del desarrollo de tu proyecto, a parte de generar ideas novedosas, identificarás faltas de conocimiento.
Wishing
La visualización creativa motiva a tus trabajadores a usar su imaginación sin limitaciones. Pide a tu equipo que piense en soluciones extremas, inalcanzables y poco prácticas para resolver el problema y crea una lista con dichas ideas. Es conveniente que selecciones los deseos que se puedan llevar hacia conceptos más realistas mediante el análisis y la modificación de la idea. Y es que, a partir de los deseos descabellados de tus empleados, esta técnica puede llevarte a soluciones realistas y aplicables.
Alter egos
Este ejercicio consiste en que grupos pequeños de personas imaginen cómo resolverían un problema en concreto si su equipo fuera liderado por un personaje famoso, ya sea real o ficticio. Normalmente, se elige a alguien que parezca que cuente con las habilidades adecuadas para desarrollar una buena solución, así como también alguien opuesto que lleve a explorar ideas menos convencionales.
Bocetos grupales
Los bocetos los puede hacer cualquier persona, aunque no sea diseñadora o artista. Ten en cuenta que el pensamiento visual ayuda a desarrollar ideas que los medios escritos o los debates pueden pasar por alto. Así pues, los bocetos en grupo pueden mejorar las ideas de los participantes. Este método requiere que cada miembro del equipo haga un boceto con una imagen relacionada con un concepto concreto que se quiera explorar profundamente, después se intercambian dichos bocetos y cada persona dibuja otra imagen relacionada en el trozo de papel externo. De este modo, el procedimiento debe repetirse varias veces para luego revisar y analizar las imágenes finales con el fin de descubrir las conexiones que cada participante no ha podido detectar por sí solo.
Conclusión
En resumen, existen muchas herramientas y ejercicios para resolver los posibles problemas que pueda presentar tu negocio. Es importante que trates de solucionarlos siempre en grupo porque así hay más cantidad y variedad de ideas y los participantes pueden ponerse en el lugar de sus compañeros. Por lo tanto, ya sean técnicas sencillas o métodos más estructurados, este tipo de ejercicios ayudarán a mejorar tanto tus habilidades como las de tus empleados en el campo de la resolución de problemas.
Brainstorming: ¿una técnica sobrevalorada?
Si he querido hablarte de nueve alternativas a las ideas del brainstorming cuando llega la hora de buscar soluciones o planteamientos innovadores es porque quizás se le haya concedido demasiada importancia a esta técnica. De hecho, esta tormenta de ideas se volvió una especie de “procedimiento de culto” en muchas oficinas cuando llegaba la hora de debatir sobre proyectos.
Es evidente que funciona y nosotros creemos firmemente en su eficacia, en primer lugar porque, de no funcionar, no hubiera llegado a popularizarse de tal manera ni ser utilizada en organizaciones de todas las naturalezas. Pero, ¿no crees que quizás esté un tanto sobrevalorada? ¿Que otras alternativas como las nueve que te he mostrado pueden ser igual o incluso a veces más efectivas? Lo analizo ahora.
El origen del brainstorming.
El concepto de brainstorming se atribuye al publicista neoyorkino Alex Osborn en 1939. Lo plasma por primera vez en su libro “Your creative power”, publicado en 1948, dedicándole todo un capítulo a esta cuestión que tituló “Cómo organizar a un equipo para crear ideas”.
Osborn estaba convencido de que la principal mina de ideas en las organizaciones era su equipo humano. Y para ello, recomendaba que sus miembros se reunieran siguiendo cuatro reglas fundamentales:
- Generar la mayor cantidad de ideas posible (buenas, malas y regulares).
- Exponer cualquier pensamiento por extravagante o descabellado que fuera.
- No criticar ninguna aportación.
- Combinar varias propuestas para obtener mejores resultados.
Para este publicista, cada persona puede ser su peor censor, de ahí la idea de crear un espacio libre en el que todo el mundo se sintiera cómodo para expresar sus ideas, por locas que fueran, sin convencionalismos y simplemente dando rienda suelta a la imaginación.
Otro de los aspectos del brainstorming que proponía es que se realizara en sesiones de entre 5 y 10 personas, las cuales estuvieran previamente bien informadas y al tanto de lo que se iba a tratar, pero también algunas no experimentadas ni conocedoras ya que solían ser las que proponían las mejores ideas. Un compendio entre personal bien formado y con autoridad y otros totalmente novatos o vírgenes en el asunto.
El resultado es una lluvia de ideas resultado de un pensamiento creativo en libertad, sin limitaciones y sin el desaliento y la crítica que tanto perjudica la imaginación.
¿Está sobrevalorada la idea del brainstorming?
A pesar de que esta técnica no paraba de ganar adeptos y popularidad, comenzaron a surgir dudas sobre su efectividad, especialmente en el ámbito académico. Los primeros en hacerlo, nada más y nada menos que la Universidad de Yale en 1958.
Los investigadores de esta universidad descubrieron que las personas que buscaban ideas de manera individual producían aproximadamente el doble de soluciones que los que trabajaban en grupos siguiendo las instrucciones de Osborn.
Otros estudios académicos incluso llegaron a la conclusión de que este tipo de reuniones suelen estar dominadas por oradores que hablan más y que buscan exhibirse, frustrando a quienes se les ocurren menos ideas. Así lo asegura Leigh Thomson, profesora de Resoluciones de Disputas y Organizaciones de la escuela Kellogg de la Universidad Northwestern, EE.UU. Su investigación indica que en una reunión de brainstorming de seis personas, dos hablan más del 60% del tiempo. Si se aumenta el tamaño del grupo, el problema empeora, causando frustración al resto.
Muchas investigaciones van en la misma línea y, de manera demostrada, confirman que muchos individuos generan más ideas trabajando en soledad que en grupo. A pesar de ello, la popularidad de esta técnica sigue intacta y realmente creo que es efectiva aunque quizás fuera bueno valorar otras alternativas en ocasiones.
Y en tu empresa, ¿sois de realizar una búsqueda de ideas mediante brainstorming?
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