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Hace solo unas semanas que entró en vigor la Ley 1/2025 de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, una normativa que afecta directamente al sector de la hostelería. Como seguro sabes, esta ley busca reducir el desperdicio de alimentos en toda la cadena productiva, desde el cultivo al consumo, promoviendo prácticas más sostenibles y responsables.
El cumplimiento de esta ley supone implementar una serie de cambios en negocios como bares y restaurantes. Y esos cambios, incorporados estratégicamente y con acierto, pueden jugar a favor del branding de la marca, como quiero contarte hoy en este post.
Pero antes, es necesario contextualizar la llegada de la llamada Ley contra el Desperdicio Alimentario y lo que supone para los negocios del sector de la hostelería y la restauración.
¿Qué dice la Ley de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario?
Esta ley establece varias medidas para luchar contra el despilfarro de alimentos actual. Algunas de esas medidas se aplican directamente a los establecimientos hosteleros:
- Planes de prevención: Los negocios deben desarrollar planes específicos para prevenir y reducir el desperdicio alimentario, incluyendo estrategias para gestionar excedentes, flexibilizar los menús y fomentar el consumo responsable.
- Envases para sobras: Es obligatorio proporcionar, sin coste adicional, envases reutilizables o reciclables para que los clientes puedan llevarse los alimentos no consumidos.
- Jerarquía de prioridades: Los excedentes deben destinarse prioritariamente al consumo humano: entregándolo a los clientes y/o mediante donaciones a bancos de alimentos. Cuando no sea posible, se destinarán a otros usos como la alimentación animal o la producción de compost. El objetivo es conseguir que no acabe en la basura sin reciclar y sin darle una nueva posibilidad de consumo.
- Sanciones: El incumplimiento de estas medidas puede acarrear multas que oscilan entre 2.000 y 500.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.
¿Es positiva esta ley para los negocios de hostelería?
Es lógico que la primera reacción cuando debes cumplir con nuevas normas e implementar unos protocolos de actuación sea la de fruncir el ceño. Al fin y al cabo, no sabes si los cambios serán más o menos fáciles de implementar, al margen de que siempre cuesta adaptarse a ellos.
Sin embargo, quizás sea por mi chip de consultor de branding en Mallorca, lo cierto es que veo la llegada de esta ley como una oportunidad, especialmente en términos de branding. Algunas de las ventajas que puede tener para los locales gastronómicos son:
- Reducción de costes: Una gestión eficiente de los alimentos para que no se produzcan desperdicios ni se pierda materia prima puede disminuir los gastos operativos al optimizar el uso de recursos y maximizar ganancias.
- Mejora de la imagen corporativa: Adoptar prácticas sostenibles y comunicarlas con acierto refuerza la reputación del negocio, atrayendo a clientes que valoran la responsabilidad ambiental y social.
- Diferenciación en el mercado: Implementar medidas innovadoras, como ofrecer envases atractivos y reutilizables para llevar las sobras, unos que a cualquier persona les gustaría lucir por la calle, puede mejorar la experiencia del cliente, fomentar la fidelización y facilitar que se cumpla esta nueva normativa.
Estrategias para cumplir la Ley contra el Desperdicio Alimentario y potenciar el branding a la vez.
Integrar las obligaciones de la llamada Ley contra el Desperdicio Alimentos en la estrategia de marca puede ser una oportunidad para destacar en el sector:
- Diseño de envases personalizados: Crear envases corporativos bonitos y originales para llevar las sobras del establecimiento es una forma de cumplir la normativa a la vez que “haces marca”, extendiendo tu imagen más allá de los límites físicos del restaurante. También tienes la opción de personalizarlos mediante alguna solución gráfica, algo que mejorará la experiencia de usuario y le hará sentir especial. En definitiva, se trata de convertir la obligación legal en una herramienta de branding efectiva y diferenciadora.
- Comunicación transparente: Informar a los clientes sobre lo que supone la entrada en vigor de esta ley, solicitar su colaboración como algo bueno para todos y explicar las medidas adoptadas para reducir el desperdicio alimentario puede fortalecer la relación con ellos y mejorar la percepción de la marca.
- Colaboraciones con organizaciones benéficas: Donar excedentes a entidades sociales no solo supone cumplir la ley, sino que también demuestra el compromiso del negocio con la comunidad y permite proyectar una imagen comprometida que beneficiará el engagement de los clientes hacia el negocio.
Adaptarse a la Ley 1/2025 contra el Desperdicio Alimentario es una obligación legal, pero también una oportunidad para mejorar la eficiencia operativa, fortalecer la marca y contribuir a un futuro más sostenible.
Y desde Coent, mi agencia de branding especializada en marcas del sector gastronómico, puedo ayudarte a alinear estos cambios tanto con tu imagen de marca como con los valores y objetivos de tu negocio, de tal forma que se convierta en algo positivo para ti. Aquí tienes un enlace para contactar conmigo directamente. O, si lo prefieres, suscríbete aquí para recibir GRATIS más recursos sobre branding, marketing y publicidad.