La importancia del naming

A las empresas hay que ponerles nombre. Es algo en lo que todos coincidimos, ¿verdad? Y esa denominación tiene que cumplir ciertos objetivos, como ser fácilmente recordable por parte de los clientes. Pero la importancia del naming va mucho más allá de lo que se puede imaginar. De ello voy a tratar en este nuevo post del blog. ¡Espero que os sea de gran interés!

En mi experiencia, el naming es una cuestión vital en la formación de cualquier empresa, compañía, proyecto o producto. Tras la idea inicial, será una de las primeras decisiones que tomemos y que nos ayudarán a definirlo todo. El naming es el proceso, la técnica o el arte por el cual una empresa adquiere su propio nombre. A diferencia de lo que podamos llegar a imaginar, no se trata de un procedimiento aleatorio ni tampoco al azar. El naming es una parte importante de cualquier estrategia de branding.

Si tuviera que destacar algo de mi experiencia en este campo sería que el naming es la forma más corta que existe de contar y transmitir una historia. Puede sonar exagerado, pero es la realidad. La denominación de una compañía transmite un mensaje y debe representar la personalidad y los valores de la marca.

La importancia del naming

Existen muchos métodos para comprobar si se ha acertado en el proceso de naming para una empresa. Los métodos de evaluación deben responder a preguntas sobre si resulta exclusivo en un mercado concreto, si es sencillo, apropiado, fácilmente recordable o si se lee, deletrea y pronuncia sin dificultad alguna.

Básicamente, entre los principios de un buen naming nos podemos encontrar con cinco características básicas:

• Es distintivo: Esto es que destaca sobre la competencia.
• Posee sonoridad: Una parte fundamental de la importancia del naming que sea fácil de pronunciar, suene bien e, incluso, sea poético
• Se recuerda: Otra característica muy a tener en cuenta es que no resulte complicado recordarlo y no se necesite escuchar el nombre demasiadas veces antes de poder memorizarlo.
• Es expresivo: Un nombre que demuestre de qué trata una marca será un buen nombre, aportará personalidad y representará mejor a la compañía de cara al público.
• Cuenta con buen apariencia: Una vez que se imprime el nombre, la imagen es tan buena como suena.

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